Crema de arvejas amarillas
- Nancy Murillo
- 10 abr 2018
- 2 Min. de lectura

Este es mi primer post en el que incorporo temas personales. No me gusta mucho hacerlo honestamente pero creo que es una oportunidad que se me presenta para que conozcan una faceta de mi vida familiar, con un toque de la profesional en nutrición que soy.
Son las 12:12am. Estoy acostada en cama abrazada a uno de los hombres más importantes de mi vida, mi hijo Fernando. El día de ayer lunes amanecimos enfermos, empezamos a mostrar algunos signos el domingo, pero claramente enfermos el día lunes. Fuimos a cita médica juntos en la mañana y nos mandaron reposo, yo con unos días de incapacidad, él con la recomendación de no asistir a prekinder, lo cual en cierta forma resulta ser una bendición, quedarme en casa con él y cuando me ve con ojitos irritados y cartita de cansancio poder decirle "ven y nos acurrucamos juntos en la cama".

En fin, ese es el contexto del objetivo de mi post. Cuidando a mi hijo y sin ganas ni de cocinar, resulta que el domingo cociné arverjas amarillas por primera vez, queriendo experimentar algo nuevo y claro, nutritivo (este post lo tengo pendiente porque era para lunes pero tuve que postergarlo, prometo postearlo luego). Por dicha cociné bastantes por lo que alcanzaron para almuerzo de domingo, almuerzo de lunes y todavía para la cena quedó un poquito.
Creo que por el frío de esta noche y por buscar un poco de "comfort food" sin disminuir el valor nutricional, sin descuidar el aporte de proteína y asegurarme un excelente aporte vitaminas y minerales. Sin embargo no quería cocinar y no quise volver a comerme las arverjas en la misma preparación del almuerzo. Entonces probé una receta distinta utilizándolas.
La comparto porque de veras va en la lista de mis nuevas favoritas, sencilla y nutritiva, se puede utilizar con arverjas que ya se hayan cocinado o congelado previamente y es una receta veganizada exitosamente de la receta original que obtuve de Pinterest.
Ingredientes:
1 taza de arvejas cocidas (ver receta inicial en un próximo post)
1 taza de leche de arroz (creo que con leche de almendras puede quedar deliciosa pero la que tenía en casa eran de soya y de arroz y pensé que la de arroz sabría mejor y fue una buena idea)
Sal y pimienta al gusto
Preparación:
1. Agregar las alverjas amarillas y la leche de arroz a la licuadora.
2. Licuar hasta obtener una consistencia cremosa. Si queda muy espesa se puede agregar más leche de arroz o agua. 3. Sal pimientar al gusto.
4. Para decorarla agregué trocitos de zanahoria y vainica sofritos en aceite de oliva (también sobraron del almuerzo). Le dieron un crujiente delicioso.
5. Servir caliente.

De verdad quedó deliciosa, apenas para una cena ligera, rica en proteína vegetal, fibra y calentita para luego meterse en las cobijas a descansar (aunque me ha costado conciliar el sueño para asegurar que mi hijo logre conciliar el de él).
Espero que les guste y si la prueban me encantaría escuchar sus comentarios.
Abrazos desde la cama calentita de mi hijo...
Dra. Nancy Murillo Cedeño MSc.
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